Mira, sí que lo estoy. Ha quedado muy bien. La pena es que en España falte el color, pierde mucho en blanco y negro. Yo lo he visto en color y está estupendo. Tola es un hombre inteligente, sabe lo que hace. Ha aprendido mucho de Lazarov, pero te da planos largos, que es lo importante. Los programas de Valerio, con frecuencia se convierten en un "especial Lazarov". No lo digo por mi que siempre me ha tratado muy bien, sobre todo en "Pasaporte a Dublín"...
Hubo un tiempo en que a la Jurado la llevaba Luis Sanz.
Aquéllo se acabó. Fueron dos años difíciles, y para mantenerme a mí y a los míos tuve que sacar muchos millones del banco, dinero que yo había ahorrado como una hormiguita desde que empecé a trabajar como artista a los 16 años. Pero es que con Luis no ganaba nada... Estaba como muy distraído, muy desorientado, y además coincidió, el pobre, con la muerte de su madre. Que lo sentí mucho, pero aquello no podía ser. La gente me llamaba para actuar, para hacerme reportajes, pero él me tenía sin hacer nada.
¿y ahora?
Ahora tengo mi propio equipo, una especie de clan. No te puedes poner en manos de una sola persona. Bermúdez es mi representante, pero hay otra gente que se encarga de las restantes teclas que hay que tocar.
Y en tu carrera, ¿estás contenta de cómo te llevan? En cine, por ejemplo...
Como artista, como cantante, no me puedo quejar. He ido subiendo y creo que ocupo un lugar destacado. Además, en "Cancionero" demostré que podía dar jugo como actriz, y el año que viene, si Dios quiere y la Virgen de Regla me ayuda, volveré a demostrarlo en el teatroporque pienso protagonizar una obra imprtante. Claro que el cine no me ha aprovechado bien porque títulos como como "Los guerrilleros", "Proceso a una estrella" y "Una chica casi decente" no han supuesto una gran cosas...Pero, quién sabe si más adelante.
EL ENTRECOT DE SARA
Tenemos hambre, es tardísimo. En el centro de Palma hay tanta animación como a pleno día. Nos encontramos un local, y luego resulta que es el snack de la Montiel, y acabamos devorando un plato llamado, sin señalar, El entrecot de Sara.
El rostro de la cupletera número uno del cine español aparece reproducido, con los contornos de sus buenos tiempos, en todos los manteles y servilletas de papel. Y Rocío aprovecha para deshacerse en elogios en los que adivino, no sé por qué, un tufillo falso:
¡Ay Sara! ¡Ay Dios mío! -exclama papelera- ¡esto es una cara! Desengañaos, hijos míos, que como Sara ninguna.
Yo pienso que por lo menos, el entrecot está buenísimo. Y que Rocío también debe creerlo así, porque sus generosos comentarios sobre la Montiel no le impiden dar buena cuenta de la ternera.
La conversación se generaliza. Rocío ha encontrado a unos amigos-luego sabré que Rocío encuentra amigos cada dos por tres, a todo el mundo le encanta alardear de amigo de Rocío, aunque ella raramente se acuerda de sus nombres-, y empiezan a hablar de amores, de novios.
Jurado confirma que has roto con su gemelo, mejor dicho, con el gemelo del marido de Salomé.
Sí, mi arma, era mejor dejarlo. Tú sabes, nos conocemos desde hace siete años, pero en total habremos estado juntos como un año, siempre de aquí para allá...No basta para atarse para siempre.
¿Así que no te casas?
¡Yo no me caso, ea, yo no me caso! ¿Tú me ves a mí casada? ¿Con la de trabajo y la de gente que depende de mí que tengo? No, hija mía, no tengo tiempo. Este verano he acabado agotaíta. No estoy yo para amores, vamos.
Rocío cambia de conversación con facilidad. Lo mismo le da por hablarte de su belleza.
¿Tú ves esto? -puede decirte enmarcándose el rostro-¡esto son pómulos! Para las fotos, fabulosos.
O a lo mejor: ¡Mira mis manos! ¿Sabes que la reina Geraldine de Albania vino a mi camerino para vérmelas, porque, me dijo, en el escenario le habían parecido palomas?
O te recuerda sus primeros tiempos: Yo empecé en "Gitanillos", y fui la primera flamenca que salió a un tablao con un vestido firmado por un gran modisto y el pelo suelto y la flor a un lao...
O te habla de su tema favorito: Tienes que venirte a Chpiona. Yo soy de Chipiona, ¿sabes tú? Claro que lo sabes: lo digo en todas las entrevistas. Porque como Chipiona no hay ná en el mundo, ná de ná. Con un mar, con un cielo...Y en Chipiona todos están locos por mí, me adoran, las viejecitas, los niños, las monjas de mi colegio, todos locos por mí...
Pero ya he dicho al principio que Rocío hace parodia, de modo que no os escandalicéis por su forma de hablar de sí misma, de sus guapuras o de su pueblo. Si la oyérais sabríais que no hay en ella pedantería, sino una especie de ingenuidad agresiva, de orgullo inocente. Y el más leve rastro de petulancia queda borrado por el cachondeo que preside las expresiones que salpican sus arrebatos, expresiones casi siempre intranscribibles.
DOMINGO EN PALMA
El programa del domingo es apretado pero Rocío no se asusta, porque otro dato a ñadir a estos apuntes sobre su personalidad es el de su vitalidad increíblemente inagotable. No es una mujer: es una locomotora.
Puede que Gloria y yo acabemos hechas polvo, puede que incluso el fotógrafo quede sin aliento. Pero estoy segura de que Rocío Jurado volverá a Madrid fresca como una lechuga después de: desayunar en su suite del hotel, jugar al ping-pong con un niño inglés muy educadito, bañarse en la piscina del Meliá, tomar un aperitivo en el bar, vositar a un amigo que tiene un fascinante chalet a varios kilómetros, lanzarse al mar con una túnica puesta, volver a Palma y comer en un restaurante del centro, recorrer los alrededores de la Catedral y comprar diversos souvenirs en los puestecitos adyacentes. En cada etapa habrá desplegado sus poses como un abanico, plantándose ante la cámara como una modelo profesional, incansable y llena de inventiva. Porque así es Rocío, un ciclón con los brazos en jarra.
Paseamos a última hora de la tarde, punto de despedirnos-Gloria y Rocío se quedan un poco más, hasta la noche, todavía habla y habla:
Mira tú, los escaparates de las casas de discos. Todo lo que anuncian es extranjero. ¡Así van las cosas! Lo de fuera nos ha apabullado, tienen una industria y una producción con la que no podemos competir. Hay que dejarse de imitaciones y de canciones en ingléss porque está de moda. Sólo con lo nuestro, bien promocionado, podremos competir, abrirnos mercados. Lo que hay que hacer es crear nuevas fórmulas para lanzar internacionalmete la canción española, sin perder nuestra fisonomía, nuestra idiosincrasia. Yo creo que, en la medida medida de mis posibilidades, hago lo que puedo, porque lo que canto es España, ¿no?, y tiene éxito, ¿no? sin ser la cosa folclórica de siempre, sin ser sólo la pandereta y las castañuelas, ¿no?, pero español y moderno...
Y Rocío se echa a reir, porque ríe con frecuencia Rocío, y tiene unos dientes preciosos, y ella sabe que cuando ríe echa la cabeza atrás, queda muy bien en las fotos, con el cuello nítido y el escote provocativo.
Y Rocío palmotea cuando su hermana le propone comprar un gran Rosario de cuentas de madera, para llevarselo a Chipiona: A la abuela le encantará, dice la sexy, la piadosa Rocío
Entrevista y fotografías incorporadas gracias a Luceroclaro - Nerea, admiradora de Rocío desde Granada.
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